El diario nacional ABC publicó el pasado viernes un artículo basado en el informe que la Fundación BBVA, en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), ha realizado sobre los cambios en la localización de la población española entre 1900 y 2001 -año del último censo-. Según este informe, en los últimos 20 años Madrid y Barcelona, que son las ciudades con el mayor crecimiento en el cómputo global del siglo, son las que más población han perdido. Sin embargo, los municipios de las áreas metropolitanas de las grandes ciudades y los situados en las zonas turísticas son los que más han crecido y cita como ejemplo de este espectacular crecimiento a Las Rozas (Madrid) que ha crecido un 372% desde 1.981, Torrevieja (Alicante) un 313% y Fuenlabrada (Madrid) un 133%.
A estos datos, el Grupo Municipal Socialista de Las Rozas, quiere añadir el hecho indiscutible de que en la última década este crecimiento se haya visto desbordado pasando de 30.000 hasta los 80.000 habitantes censados en la actualidad. Un incremento de la población que no se ha visto recompensado con un crecimiento proporcional y acorde de infraestructuras y servicios, de hecho, el municipio de Las Rozas sigue viviendo hoy “de las rentas de los servicios desarrollados y planificados por el anterior Gobierno local (PSOE) para un techo poblacional de 35.000 habitantes”.
Las previsiones para el futuro de esta ciudad no son demasiado halagüeñas si tenemos en cuenta que estamos en periodo de revisión del Plan General Vigente, que según las expectativas del Equipo de Gobierno actual, supondrá la construcción de, al menos, 10.000 viviendas más, que habrán de sumarse a las 5.000 viviendas que restan por desarrollarse, a día de hoy, del Plan Vigente.
Con estas expectativas de construcción, las previsiones para el crecimiento
demográfico de Las Rozas pasan por no menos de 130.000 ó 140.000 habitantes en
la próxima década. Unas cifras que pueden suponer la masificación y el colapso
de la calidad de vida del municipio si no se emprenden políticas activas que
supongan un crecimiento exponencial de nuestros servicios e infraestructuras
para dar cobijo a la población actual y futura de Las
Rozas.